Se acerca progresivamente la época de sequía en el país y es cuando los rayos solares se vuelven más intensos.
Es el momento de redoblar la protección de nuestra piel e incrementar la hidratación, con el fin de evitar el daño cutáneo, mejor conocido como fotoenvejecimiento.
Identifiquemos los 11 daños que podemos prevenir:
- Quemaduras: se pueden identificar por enrojecimiento, inflamación y dolor en la piel.
- Envejecimiento prematuro: la radiación UV da lugar a arrugas, líneas finas y pérdida de elasticidad.
- Hipopigmentación: Algunas áreas de la piel pueden perder pigmentación, creando manchas más claras debido a la sobreexposición solar.
- Hiperpigmentación: un aumento en la producción de melanina causa manchas oscuras.
- Deshidratación: deja una piel seca y escamosa.
- Aparición de lunares y pecas: especialmente en personas con predisposición genética
- Daño celular: la radiación UV puede dañar las células de la piel, aumentando el riesgo de mutaciones y cáncer de piel.
- Eritema actínico: una forma de enrojecimiento persistente por la exposición solar crónica, indica daño en la capa superficial de la piel.
- Cáncer de piel: la exposición solar acumulativa a o largo del tiempo puede aumentar el desarrollo de carcinoma y melanoma.
- Aumento de vasos sanguíneos: la piel responde al daño, vascularizando más para reparar el tejido, lo que puede dar enrojecimiento persistente.
- Inmunosupresión cutánea: la prevención es clave para mantener una piel saludable a lo largo del tiempo.
